A treinta años de nuestra primera marcha es vital mirar al pasado y alzar voz al reconocimiento de cómo se ha ido formando el camino para nuestro hoy. En 1990 los primeros compañeros y compañeras dieron un paso al frente para reunirse y desfilar por la Ave Ashford ante la mirada de cientos de personas. Fueron ellas y ellos quienes iniciaron nuestra.
El año pasado celebramos los 50 años de Stonewall, un punto de partida en donde se visibilizaron las luchas posteriores y que, a partir de entonces, continuamos sin parar. Celebramos con gozo la eliminación de la homosexualidad como psicopatología en el 1973 para enfrentarnos a una lucha más ardua.
En el 1974, cuando se revisa el Código Penal de 1902 de Puerto Rico, la frase “crimen contra-natura” se ramifica hasta tocarnos. La ratificación del nuevo código nos hizo ser criminales por el mero hecho de existir. Hicimos frente y resistimos, visitamos tribunales ante amenazas, salimos en la prensa exigiendo respuestas, nos organizamos en colectivos.
Lloramos y sufrimos la epidemia del SIDA en el 1980. Desde el dolor de las pérdidas y la indignación por la indiferencia, la epidemia se volvió nuestro Stonewall. Desde la diáspora hasta la Ashford, en los 1990, caminamos para hacer memoria de los que no pudieron. La lucha continuó en contra de la persecución policiaca y los reglamentos del Departamento de Salud.
En el 2004 logramos la descriminalización del homosexual del nuevo Código Penal. Desde entonces luchamos por el reconocimiento de otros derechos civiles, acceso a lugares en donde se nos trate en equidad por quienes somos, hacer un alto al discrimen por orientación sexual e identidad de género en el empleo, una dura batalla que logramos con la aprobación en 2013 de la Ley para establecer la Política Pública del Gobierno de Puerto Rico en contra del discrimen por Orientación Sexual o Identidad de Genero en el Empleo, Público o Privado.
En 2013 tras una larga lucha en la Legislatura obtuvimos la protección al discrimen por orientación sexual e identidad de género en el empleo.
En 2015, tras una larga batalla, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos reconoció nuestro derecho fundamental para unirnos en matrimonio. Un derecho tardío para miles de parejas que durante años vivieron el discrimen y la LGBTTIQ fobia. Pero esto no se de detuvo ahí. En 2016 vivimos la tragedia de Pulse, donde los nuestros sufrieron a manos de la homofobia y la intolerancia.
Hoy continuamos marchando por el acceso a mejores servicios de salud, al reconocimiento pleno de las identidades trans, luchamos por la prohibición de las terapias de conversión y por proteger a la niñez LGBTTIQ de los horrores de esta y otras practicas que atentan contra su integridad física, mental y espiritual. Luchamos para que, como comunidades, podamos alcanzar la equidad plena para todos, todas y todes. Luchamos por existir porque nuestra existencia se respete y porque cesen los crímenes de odio en contra nuestra gente.
Durante estos treinta años, en donde caminamos con orgullo, la historia de quienes somos hoy no hubiera sido posible sin el pasado y sin ese “PRESENTE” que dijeron aquellas personas en los momentos más turbios de nuestra historia. Nuestra, sí, en un hilar de momentos que se nos ha dejado como herencia para continuar construyéndola. Es por esto que COA reafirma su compromiso de continuar organizando no solo la Marcha, sino todas aquellas actividades y esfuerzos que sean necesarios para que Puerto Rico continúe siendo un referente de equidad, justicia social y derechos humanos para el Caribe y el Mundo.
Como todos los años la Marcha de Orgullo LGBTTIQ de Puerto Rico, es nuestra celebración máxima para la reafirmación para nuestros reclamos y con nuestra presencia visibilizamos nuestra pertenencia como integrantes de la sociedad puertorriqueña.
Ponte nuestros colores, y Marcha con tu gente, com tus amigos, familiares y aliados, y unámonos para continuar la lucha que aún nos resta.
Acompáñanos el domingo, 28 de junio de 2020 desde las 10:00 a.m. saliendo del Parque del Indio, Condado hasta el Parque del Tercer Milenio, Escambrón.
Acompáñanos a continuar escribiendo nuestra historia de orgullo a treinta años de nuestra primera marcha. Celebremos la lucha, visibilidad y la diversidad de nuestra gente.
¡Nuestra historia, la escribes tu!